martes, 12 de junio de 2012

Recuerdos rotos.

Amor,
Sé que tal vez soy un tanto cobarde al escribirte esta carta y luego probablemente no entregártela, pero tenía la necesidad de decirte cuánto te echo de menos. Pienso en ti constantemente y el hecho de tenerte tan lejos hace en mí un gran vacío. No voy a decirte que no puedo vivir sin ti, pero sí que no quiero hacerlo, porque a tu lado siento que el resto del mundo deja de existir y solo estamos tú y yo. Quería decirte que nunca podré olvidar aquellos días que pasamos juntos y pedirte perdón si algún día olvido a que saben tus besos, me diste a probar el veneno de tus labios y ahora solo tengo sed de ti. Volverte a ver es lo único que necesito, volver a ver la persona que eras antes, cuando decías que me querías, cuando todo era solo tú y yo. Me gustaría que supieras lo grande que has sido para mí y lo bien que me hacías sentir. Sería un orgullo poder mirarte a los ojos y decir que has hecho de mí una mejor persona. hoy te escribo esta carta para agradecer todo lo que me aportaste. Extraño demasiado tu compañía. Y es que hay veces que me paro y pienso, pienso en cuantos besos más te hubiera dado antes de decirte adiós, pienso y siento, siento el no haber podido darte lo que querías, lo que buscabas. Solo pienso en un nosotros. No sé cómo explicarte que es solo el comienzo, no pretendo que seas mío, pero si te garantizo que seguiré luchando por tenerte junto a mí. Como también te garantizo que tendremos peleas, que habrá momentos difíciles porque, si es perfecto, ¿qué tiene de especial?
Le doy vueltas y todavía  no le encuentro sentido. Aún no consigo entender por qué renunciaste a lo que teníamos, era tan bonito... Pero solo yo le aportaba significado, para ti siempre fue una historia más. Comprendo que tal vez ya no sientas lo mismo pero realmente créeme cuando te digo que necesito que me digas que ya no me quieres. Es algo que escuchártelo decir me ayudaría en parte a poder olvidarte.
Puede que lo nuestro acabara algún día en aquel lejano pasado, pero me gustaría que supieras que para mí nunca acabó. Nunca llegué a escucharte decir que querías que acabase. Tal vez necesitabas un cambio, o quizás yo ya no podía seguir con tantas mentiras, pero en un pequeño rincón de ti aún queda una parte de mí.
Esta carta no es ninguna declaración, no te pido que vuelvas conmigo, quiero que aún pienses en mí. Me gustaría que cuando me mires, me sonrías y recuerdes lo bonito que un día fue que me quisiste y yo a ti también.

lunes, 11 de junio de 2012

Aún queda tiempo

Siempre hay algo en lo que dudar, en lo que pensar. Pasa por no ser perfectos. Pero tú me ayudas a escapar de los monstruos de debajo de mi cama, de los asesinos de los armarios, y de los peligros y daños que produce el amor. Haces que los días grises se vuelvan azules, preciosos, de esos que me gustan, que brillen y sin nubes.
No importa donde estés, ni si vas o vienes, la razón por la que yo no me marcho después de tantas idas y venidas, es que siempre vuelves. Siempre estás aquí, física o mentalmente.
En los días de lluvia tu me abrigas con tu presencia. Quiero agradecerte el haber aparecido, eres lo que no buscaba pero ahora no puedo dejar.
Solo tú, mi bonito. Solo tú sabes hacerme sentir una princesa.

lunes, 4 de junio de 2012

Las cosas cambian.

En ese momento te das cuenta de las cosas, de cuantos días a su lado infravalorados, de cuantas risas olvidadas. Tal vez las recuerda, pero no las tiene en cuenta. Quizás las esté pensando ahora mismo, pero no está conmigo.
Sin explicaciones se fue y ahora no quiere volver. En un día de estos en los que sueles pensar ''hoy va a ser un gran día'' acabó siendo un día gris. Se nubla y el sol no sale a brillar, no quiere volver a vernos jugar.
Tiempo de silencio. Tiempo de pensar. Cada noche se hace eterna, por favor mantente cerca.
No te vayas, me haces invencible.